Absurdo

Los corazones débiles no aguantan el ritmo. Se mueren bajo las apariencias. Se pierde todo lo que nació en su núcleo. Se desintegra en un segundo... lo que se tarda en parpadear y ver que ya te has ido. Lo que se tarda en ese último suspiro.

No estás, no respiro... y no sé cómo tomármelo. Quizá me eche a reir.

Un día más todo se nubla, ya no hay ganas de vivir
no hay nada por lo que seguir, no hay nada que haga sonreir
y es que al final uno acaba hasta conviviendo con sus penas...

Lluvia

El manto gris llegó sin avisar y lo cubrió todo con lágrimas de madrugada. La luz de las farolas acariciaba mis torpes pasos sobre el asfalto y mi sombra, a pesar de estar pegada a mí y ser ya una amiga, no me hacía más compañía que esas tristes gotas que sentía caer por mi mejilla.
No me importó mojarme, no suele... y esa noche lo agradecí más porque pensé que tal vez mis pensamientos se escurrirían y terminarían en charcos que dejaría atrás sin más. Pero sólo se agrandaron y consiguieron calarme más a fondo. Entonces, caminando sola lo que parecía una eternidad rumbo a esconderme bajo las sábanas, ese único lugar en que me siento a salvo, no pude evitar hundirme en lo que parecía un océano espeso de color petróleo, porque aún sin poder abrir los ojos, sentía esa oscuridad invadirme los huecos que todavía en carne viva me llenaban el corazón.
Sumida en esa tormenta que yo sola me había formado... y deseando tomar otro camino o simplemente, robar a otro cualquier destino... por fin llegué a una puerta familiar, unas escaleras que conocía pero que me costaba subir. Una voz lejana y ausente, como de otro tiempo, hace mucho... me deseó "dulces sueños" y las lágrimas volvieron a surgir con más fuerza que antes y sin saber por qué... Porque supe que no habría sueños, pues hace tiempo me abandonaron por mi incapacidad de sostenerlos. O porque sentí que, a pesar de todo, había algo o alguien que estaba conmigo incluso la peor de las noches. Y creí no merecerlo.
Después pasó... Me rendí al agotamiento y me dí una tregua. Al despertar las lágrimas ya no estaban. Incluso creo que soñé...

Equilibrio

Los ojos que no puedo abrir. Lo que siento incluso así.
Mis pocas palabras. Cuadernos repletos de borradores de mi vida.
El tiempo diurno que pierdo. Tiempo interminable de noche.
Las cuerdas que les unen. Los nudos que me atan.
Las lágrimas furtivas. Sonrisas que el mundo me arranca.
Miradas que te lanzo. Indiferencia que recibo.
Sus discusiones. Mi paciencia.
Para ellos la vida. Para mí...

And I'm still so afraid, I'm still so afraid on my own...

A day of...

Son esos días que dejas pasar sin apenas haberlos saboreado, es tu vida la que dejas que se vaya y sigues sin ser totalmente consciente de esas cosas. Cosas que pierdes y que te pierdes con tus miedos absurdos (no tan absurdos, dice una voz) y demás obstáculos que vas creando en tus ratos libres; tiempo que además inviertes pensando en todo lo que ha ido haciéndote de esta manera que tanta rabia te da. Y recuerdas cosas que te gritan al oído como si hubiera sido ayer. Esa gente que ya no está aquí pero está presente, no sé si entiendes... con sus palabras gratuitas y directas a tu piel con el único fin de causarte heridas. Crees que eso te hace más fuerte para el futuro, pero este mismo momento es aquel futuro... y en tu espejo está aquel ser que pensaste que sería invencible. Te das cuenta entonces de que no sólo te mienten a ti sino que también te mientes tú mismo.
Ahora a dónde mirarás, qué será lo nuevo que te inventes para querer despertarte cada día e intentar ser feliz, para no dejar que entre en tu vida nadie que pueda volver a hacerte daño o salvarte del abismo, nunca lo sabrás.
Es tu mundo éste de paredes negras y cielos estrellados en el que te sientes más seguro, aislado del resto y dejando la compasión y la pena de los otros más allá de tu puerta. Lo llenas todo con notas que comprendan sin pedir nada a cambio, escribirlo todo con tiza en esas paredes por si algún día te da por borrarlo y comenzar, ese único día en que habrá un punto y final.

Cause I’ve started falling apart I’m not savouring life, I’ve forgotten how good it could be to feel alive...

Let it bleed

No sé qué es ni cuánto lleva conmigo hasta que ahora ha decidido salir... No sé si es algo concreto o una mezcla de muchas cosas. No sé si va quedarse por un tiempo o si tan sólo es un mal día. Tampoco sé si es real o sólo habita en mi cabeza, pero el dolor existe, duele... Duele de verdad y va creciendo como una enredadera que se ata a los órganos de mi cuerpo y no les deja respirar. Sé que se pasará, como todo, pero ya sé lo que viene después... Siempre la misma historia. Tanto tiempo con la misma canción que se me agotan las palabras con las que describir lo que me pasa. Tampoco puedo pararlo, ya dije que no sabía el epicentro del dolor pero mientras tanto me va quemando, y mientras... intento disimularlo, como siempre.

Sadness

Había muchas cosas que decir.
Por mucho que cogía aire, no había nota que emigrara de su boca. Se quedaban dentro con miedo, como si el mundo fuera un lugar poco seguro para que las palabras pudieran habitar; como si tus oídos pretendieran no escuchar... y se fueran a quedar desamparadas en el aire sin dueño ni destinatario, como cartas muertas.
Callada, esperando el momento, suspendida en el tiempo sigue. Mirando el reloj, pensando en todo el tiempo que el valor se está retrasando. Muerta de miedo, por si cuando llegue será demasiado tarde para liberar su alma de esa cárcel de cobardes.
Qué difícil es hablar con las sombras, qué triste es sonreír al vacío y que esa sonrisa se pierda en el camino de tu boca a la nada. Qué es el tiempo cuando esperas. A dónde van los segundos invertidos, los suspiros como alimento para sobrevivir, las mentiras engañándote mientras te ven morir de pie...

Cursiladas

Eras una fotografía que te hice, podría ser, en otra vida. Y es que todo lo que sé de ti flota en el aire y no sé hasta qué punto he sido yo la que te ha creado.
Sé que existes, pero tu voz es un bonito recuerdo, de los que guardo con más cariño y en el que suelo pensar en mis noches difíciles. Pero tan sólo eso... y sigue sin bastarme.
Ahora respiras... no sé dónde, no puedo verte. Hace algo de tiempo que dejamos de alargar nuestras manos acortando así nuestros caminos. Las cosas se complican cuando les pones un diminuto grano de sentimiento, la más mínima implicación.
Nada ha cambiado, creo... seguimos caminando bajo cielos diferentes y tú te empeñas en aferrarte en mi mente, porque la que te encierra en el corazón sigo siendo yo, la misma de siempre, la que persigue tu imagen y memoriza tus palabras, las pocas que ahora compartimos... y recuerda las incontables sonrisas que has sido capaz de dibujarme desde unos cuantos kilómetros al sur. Y es que estás lejos... y no puedo pedir más, porque quizá haya más que distancia entre tú y yo. Es difícil de explicar todo esto... y siento que hablo por hablar. Sólo sé que estás presente (pero no estás) y que daría demasiado por un segundo en que tu destino y el mío se unieran en el mismo tiempo que una vez quiso que me enganchase a tus ojos azules, y verlos de una vez por todas brillar...