Let it bleed

No sé qué es ni cuánto lleva conmigo hasta que ahora ha decidido salir... No sé si es algo concreto o una mezcla de muchas cosas. No sé si va quedarse por un tiempo o si tan sólo es un mal día. Tampoco sé si es real o sólo habita en mi cabeza, pero el dolor existe, duele... Duele de verdad y va creciendo como una enredadera que se ata a los órganos de mi cuerpo y no les deja respirar. Sé que se pasará, como todo, pero ya sé lo que viene después... Siempre la misma historia. Tanto tiempo con la misma canción que se me agotan las palabras con las que describir lo que me pasa. Tampoco puedo pararlo, ya dije que no sabía el epicentro del dolor pero mientras tanto me va quemando, y mientras... intento disimularlo, como siempre.

1 comentario:

P. dijo...

...ya lo creo que duele, Marta... Pero como tú bien dices, se pasará. Probablemente el lugar del dolor lo ocupará un profundo vacío (o quizás ese mismo vacío ya exista ahora y sea lo que realmente duele). Pero saldremos de esta, cielo. Como otras muchas veces. Y siempre, siempre, siempre con una sonrisa pintada en la cara (no acaba con el dolor, pero ayuda a suavizarlo -es un poco como engañar al hambre bebiéndose un vaso de agua-).

Mucho ánimo, mi niña. ¡Tú puedes con todo!

Besiños (con un gran agujero en el hueco donde se unen mis costillas, pero obligándome a dibujar una sonrisa en mi boca y a semi-insinuar otra en mis ojos -éstos nunca mienten, por mucho que intente forzarlos a hacerlo-).