Creo que no se van a ir nunca de aquí. Sé que se estarán siempre, atormentándome los sueños. Confirmando mi torpeza cuando se me tuerza el mundo. Riendo los tropiezos. Siendo el eco de la inseguridad de los trece años. Y aún no asumo que tenga que convivir con ello. ¿Sabes eso de que no habrá paz hasta que una parte acabe con la otra...?