...

Tengo un roto en el pantalón con el que a veces duermo. Supongo que se agranda cada noche un poco más, pero no lo noto. El día que menos piense, me lo encontraré demasiado rasgado y no podré volver a ponérmelo. Aunque le coges cariño a algo, los pantalones, al fin y al cabo, se reemplazan.
¿Pasa lo mismo con los descosidos del alma? ¿Se hacen más grandes cuando duermo, sin que me dé cuenta? ¿Llegará un día en que se hagan demasiado grandes que no haya forma arreglarlos? ¿Existen almas de repuesto por si ésta se me vuelve demasiado inservible?

*A todo el mundo le encanta saber que estás ahí, y gratis...