...

Es tiempo de retirarse en el momento preciso en que crees que algo se empieza a agrietar, tiempo de no decir ni una palabra y guardarse todo dentro antes de caer dormida. Es tiempo de poner distancia entre tus pasos y los pasos de los que pueden dejarte malherida. Es tiempo de esperar paciente y no esperar absolutamente nada; tampoco es tiempo para pensar de más. Es tiempo de retraimiento, lejanía y quizá, pero tan sólo quizá, tiempo para sorprenderse.