- De eso se trata, ¿no? Es esto lo que hace la gente. Llegan a tu vida y les vas dejando entrar, poco a poco, casi a regañadientes. Porque siempre es la misma historia de siempre. Se hacen el hueco, se acomodan y después, siguen su vida y se van. Como si no hubiera pasado nada.
- Eso es lo que hacemos todos, sólo que desde nuestra perspectiva no parece tan malo. El que se va nunca siente que lo esté haciendo mal. De todas formas, ¿ese es tu miedo? ¿Que se alejen las personas y no te recuerden?
- No. No exactamente que me olviden. Tengo miedo de que se vayan, y yo me quede aquí para siempre en el mundo que recuerda que estuvieron, echando de menos, melancólica hasta el final de mis días. 


Nunca quise comerme el mundo, si el mundo no duerme sobre su cuerpo.