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No me agobio, ¿sabes? No me agobio cuando hago las cosas mal. Ni siquiera cuando hago las cosas bien pero debería haberlas hecho perfectas.
Llevo muy a mano, a golpe de mis pasos, la idea de que esto acaba de empezar, pero se terminará fundiendo con algo que me es desconocido. Un día ya no habrá más gestos ni miradas. Y entonces, sólo entonces, importará una mierda el haber hecho las cosas bien o mal. El no haber sido perfecta.
Por eso no me siento responsable, ni me siento culpable. Al final sólo cuenta el haber hecho lo que te piden las tripas. Lo de dentro.




Si estás ahí,

esperando que cambie el año
para cambiar

esperando que sea lo que Dios quiera
para querer

esperando la oportunidad de tu vida
para vivir


esperando que el destino gire
para girar


esperando ver qué sigue
para seguir


Entonces sólo estás jugando a las escondidas con la muerte.
-  Alejandra Dening