Roses for the dead

Y de tu risa nace un llanto que tiembla furtivo tras tus párpados, que nunca más querrán volver a despertarse. De tanto temblar, caes (cómo los pétalos de las rosas secas) y te pierdes en lo que algunos llaman soledad, pero tú, que no sabes nada del mundo, te permites creer que tan sólo es otra forma de vida. Así, aprendes a ser infeliz, a acunar tus lágrimas, a flotar invisible por tus días.
Y ya no ríes, y el miedo te besa sólo a veces, cuando te rindes junto al sol que cuida de ti mientras haces que duermes esas largas y densas noches. Tu boca oculta lo que gritan tus ojos cuando hablas de la vida que planeas en silencio, esa que crees tan lejos que mirar hacia ella te parte en dos, te deja ciega, pero la experiencia te ha ayudado a reconstruirte. Sola, aprendiste a soñar, a subirte a una montaña y creer que, a pesar de todo, estando más alta, estás más cerca del futuro sin nombre que buscas sin descanso.

Everybody's changing

Un paso (un millón) por detrás del mundo, con el mío propio a cuestas. ¿Por qué me dejan aquí, si saben que yo no puedo correr tanto? No siento pena, únicamente confusión por permanecer en este punto, querer avanzar (tal vez) pero más despacio. Y no puedo evitar sentirme rara o excluída, no sabría decir la palabra exacta. Obligada a seguir adelante por la simple razón de que todos lo hacen, y soy la primera que no quiere quedarse quieta. Sólo siento que necesito algo más de tiempo, más que el resto, para decidirme y avanzar... estar preparada para ello.

He aprendido que tengo que aceptar las cosas como son, saber lo que me hace sentir bien o mal, ser la mejor amiga de mí misma, actuar en congruencia con lo que soy y no tener prisa por vivir. Soy de las muchas personas que no están contentas con su presente pero que confían ciegamente en que algún día todo eso irá cambiando, porque a todos nos llega nuestro momento, tarde o temprano.

Y continúo respirando, miro al frente, paro el tiempo y busco algo (lo que sea) que haga de motor... y arranco. A mi propio ritmo, marcando pequeños pero incesantes pasos hasta que deja de importarme que el mundo me vaya ganando.

Silencio

Eso es lo que soy...
El silencio que llena habitaciones con su dulce canto gris.
El ruido que hacen las esperanzas al caerse de mis manos. Silencio...
Todo lo que no se escucha. Todo lo que queda por debajo del ruido de vuestras conciencias.
Soy eso que no siente, eso que te mira desde el más lejano mundo paralelo que te ronda.
Eso que no te conoce... pero que sabe el color de tus ojos y el sonido de tu risa llenando mi eterna calma.
Ese vacío que te pide a gritos que grites tú conmigo. Eso que no duerme y sueña con tus pasos cruzando mi destino...
Soy lo que rebota en tus oídos sin que nadie se moleste en percibirme; lo que dura la vida entreteniéndote con las canciones que ocupan los lugares que no puedo compartir con tu presencia.
Sólo soy el más puro y el más corrompido silencio.
La condena de los presos, la bendición de los que quedan.
Todo lo que no quieres, ni lo que puedes tener.

Nothing

Nunca pensé que fuera posible sentirse pequeña e insignificante... Quiero decir, más. Porque cada paso que avanzo, lo acabo lamentando de alguna forma. Cada día que pasa me veo viviendo en un mundo totalmente diferente al del resto. Pero al menos me tengo a mí, solo que siempre me parece insuficiente. Y lo es. La misma historia de siempre (la historia de nadie).