...

El tiempo consigue siempre darnos margen para poner al día algunos asuntos que teníamos pendientes desde hacía ya. El tiempo no cura ni ayuda, si no quieres. Como para todo, se requiere una pizca de voluntad. Sin ella, alzas la vista al cielo y ves al mundo dar vueltas, como esas escenas de las películas en que la cámara gira alrededor de un personaje.
Sin embargo, seguimos teniendo problemas con eso de crecer. Cuanto más queremos hacerlo, más sentimos que topamos contra algo que nos impide seguir. Pero cuando no lo piensas, te ves dejando de hacer cosas que antes te contentaban por cualquier razón que te hace fruncir el ceño al decirlo. Puro engaño. A veces creo de verdad que ponemos todo el empeño del mundo en no dejarnos ilusionar más.