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Lijas para la piel que duele, veneno para lo de dentro que de dolor muere.
Pesadas cajas que te envidian los vacíos y álbumes llenos que recuerden lo peor que has vivido.
Siempre un defecto pesa más que cien mil papeles escritos con virtudes que ya tienen los demás.
Hay pasos que hacen eco en medio de una multitud, pero nadie está escuchando porque si no haces reir no cuentas como un normal ser humano.
Guardar corcho bajo el pecho hace que el propio peso no sea el que me hunda, aunque las ganas pesen más.
Tirar piedras a lo lejos es la cura para los males que no parecen tener remedio.
Escrutar el cielo, desde el océano que guardo en mi interior agitado de esconder la procesión por dentro, donde no pueda oirse, sin que desvele a los sueños más pequeños.
Despierto sigue el mundo cuando dejo de mirar. Menos duro que mañana, menos ganas que ayer de enfrentarse a algo que tu nombre siempre parece olvidar.

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Todo el espacio está lleno de notas mentales que hablan de un mundo en el que no se debe caer cuando no se está preparado. Porque avanzar es demasiado fácil si no sabes hacia a dónde, por qué o por quién. Las personas se cansan de jugar al azar sin otorgar un sentido a lo que hacen. Entonces aparecemos llenando las manos de intentos que ponemos en otras que creemos que valen más que las nuestras propias, pero nada aprende a volar si la paciencia para enseñar se agota con los primeros pasos de un primer tiempo hacia una meta que creías tan perfecta que quemó todo eso que pretendías ser y dejó únicamente los huesos que habían perdido la vida mucho antes de sentir ese final en la propia sangre. Y si tuviera fuerza lucharía por ti y por todo lo que eres y todo lo que quieres ser un día. Y si tuviera fuerza avanzaría por ti y serías el mejor de lo sentidos que pudiera dar a lo que hago, y el azar igual caería en el olvido pues me devolvería siempre a donde soplara ese aire inconfundible que no ha dejado de atraerme desde que llegó aquel día, un día cualquiera que llenó de ilusiones un espacio cargado de notas mentales incapaces de borrar de un mundo que has mejorado clavando banderitas en cada beso por sus frías madrugadas y estando sin estar en sus largos días, los cuales empezaron a volar por instinto o por inercia y sin remedio como mi cabeza y lo peor es que lo sabes, sabes que a veces pienso de más.

[echo tanto tantísimo de menos...]