...

Ir por la segunda década
sembrada de invierno
y un naufragio en cada vena,
venas que se enhebran en el cuello,
cuello dislocado de tristeza.
Sigue con las manos llenas
eternas halladoras de nada,
de cada paso que anda
cae uno,
sumida en un enjambre de misterio
manteniendo una mirada sarcástica
y guardando este instante
pues sólo existe uno.