Blood

Tus medias tintas se rompieron y junto con mis muñecas sangrando
hicieron del suelo un lienzo sobrecogedor.
Con valor, mueren las palabras jamás escuchadas
yaciendo ahí, junto a mí, manchándose los acentos
sus manos delicadas; gritando en silencio me agarran
y me atan a ti. Te quedaste viendo a la pared volverse gris
y yo corrí detrás arrancándome los latidos, resbalándome;
pronunciando el nombre que maldigo cien veces y una más;
comiéndome tu espalda con la mirada.
Eso que crece en mí se hace fuerte si lo escuchas respirar,
animal sediento de un alma que exhala esa paz que nunca tuve,
la que ansío poseer y así ya no estarás, no estarás cerca,
nublándome los sentidos que ahora necesito para echarte;
concentrándome en matar la nostalgia de tus dedos;
aniquilando tu luz de mis rincones;
odiando tus pasos cruzados en mi destino;
ignorando tus intentos de querer estar conmigo.
No. No me mires si ya no respiro...
Mi sangre ya no es tu camino. Vete...
Déjame odiándote y quizá te perdone
por haber acabado conmigo así, sin descaro.