...

El diagnóstico del médico ha sido que mi deseo de cómo salga todo es inversamente proporcional a cómo suceden después las cosas. Me ha dicho que la cura consiste en relajarme y no pensar tanto para ser totalmente como soy, que tengo que tener paciencia (y si tengo suerte también la tendrán conmigo), que no debo empequeñecerme, que no me agobie con el hecho de que pueda suceder algo que acabe doliéndome. Igual si le hago caso algo empieza a mejorar.


"Se necesita valor para cambiar el rumbo establecido de los acontecimientos... mucho valor."