...

Lápices de colores a los 7 años,
te inventas la vida en un garabato.
Sientes que el mundo es raro,
pero la curiosidad puede más.
Te miras en el espejo subida a un escalón,
todo lo ves grande,
aunque cada vez menos fuera de tu alcance.
Pequeña y tan llena de vida,
tardía en nuestro camino
te cruzaste avispada, coqueta
y peinas a una muñeca más grande que tú.
Preguntas y me enseñas otra perspectiva
la que nadie debe abandonar nunca en la vida.
Te crees más lista que el resto,
y niña, no dudo que lo seas
pero tienes que darte tiempo.
Ya no me dejas enseñarte,
te bastas tu sola,
te inventas en cada juego, cada día.
Qué será de mí
cuando me apartes de tu camino
y me hagas insoportable la ley de vida.
Mientras me coges la mano para cruzar,
pienso en que te queda mucho por andar todavía,
pero aún no me preocupo
pues me quedan mil cuentos por contar
mientras me escuchas casi dormida.
Eres bajita aún, eres alegre
y a veces demasiado hiperactiva
para los que estamos creciditos ya.
Vas olvidando que la vida es un juego,
espero que estés preparada...
tu vida ha comenzado, y ya no hay vuelta atrás.
Nos queda mucho tiempo para conocernos,
sólo tenemos que esperar.