Creo que debería arrancarme el corazón y ponérmelo de sombrero. Porque pienso más con él que con la cabeza, me parece que desde que tengo memoria siempre ha sido así. Eso ha llevado a muchas roturas de todo tipo y dimensión, como se veía venir. Aún así parecía que merecía la pena, aunque eso no siempre se ha cumplido. Porque la desproporción y la falta de equilibrio llega a herir en niveles que no son de este planeta. Con todo esto, mantengo la esperanza de que no vuelva a pasarme, porque sobre todo intento defender mis valores hasta el final e intento equivocarme cada día un poco menos. Intento ser la mejor versión de mí que pueda, aunque sea una mierda igualmente.