...

Taladra la agonía,
sin dilación.
Que me agujeree consciente,
que me parta y arranque
de mí todos mis yo.
Que me escupa lento
y me tuerza los huesos.
Que muera el aspecto
y este vano desperdicio
que se regodea en mi reflejo.
Apatía,
llegas de nuevo, complaciente,
sedienta de mi condición.