...

Y si en este caso, justo en este momento, hubiera que construir puentes entre las palabras, aunque fuera de una manera insospechada, como con una cuchara, no sé si estaría más lejos del absurdo o se me atragantaría la sopa de letras.
Si, en cambio, me veo obligada a destruirlos, quemaría todo lo que he escrito hasta ahora sin mirar junto con las yemas de mis dedos, para no agarrarme a nada más.
No quiero tener que leer en otros libros cómo llegar, no quiero resultados en la página de atrás para incógnitas imposibles pero no puedo dejar este problema a medias y hace un mes que dejé de pensar.