Reconozco que lo único que hubiese hecho esa noche fue escuchar tu corazón, sabiendo que lo recordaría para siempre. Ese momento, en que no te estás dando cuenta de nada. Y yo sólo existo para oírla, oír tu vida. Con todo el egoísmo del mundo, sabiendo que has elegido que ese instante sea para mí. Sentirte es lo único que hice esa noche. Y lo bien que sienta.