Ódiate, por todo lo que te odiaron alguna vez los demás. Por todo lo que nunca fuiste ni serás. Por tu imagen en el espejo, ya que no es como pretendes ni tienes la fuerza de voluntad para cambiarla. Por tener esa incapacidad de relacionarte de una manera normal con cualquier otra persona. Por vivir más en tu cabeza que en el mundo. Por no entender a nadie ni haber dejado de intentar que alguien te entienda. Por no compartir metas y aspiraciones con la mayoría de la gente y no saber cómo vas a salir de esto, de esta situación de parálisis a todos los niveles.