Si llegas y no estoy... 
Si se me acabaron los pálpitos... sonríe, pues encontré al otro lado lo que siempre he buscado. 
Si llegas y me he ido... 
Si se me agotan los latidos y pierdo el ritmo en el combate, piensa que fue justo 
pues los débiles jamás pasan de principiantes.
Si regresas y no he vuelto, cuando despiertes no recordarás... será mejor así.
Pero en mis eternas noches frías te echaré tanto de menos
que hundiré mis ojos en la Tierra para verte
y no podré evitar deshacerme en lluvia 
y acariciar tu ventana, mientras observas sin motivo... 
Haciéndote saber así que no estás solo aunque no sepas quién soy, 
aunque ya no esté contigo.
