Nothing has changed

Llevo tanto tiempo dando vueltas que ya no sabría parar. He agotado todas las palabras, todos los rincones donde podía esconderme y ahora, desnuda y mareada, vuelve a llover...
Ya no hay excusas, o grito o me callo, sé que explotaré de cualquier manera. Ningún camino está hecho para mí. No hay atajos, crecí sin alas.
Dime si existir es posible si no existes para nadie; si eres un cuadro olvidado en alguna habitación que no ha sido colgado, destinado al fracaso. Una pintura anónima que cambia según la perspectiva, que no pertecene a ningún lugar y que sueña con que el tiempo acabe desgastándola de tal forma que le sea imposible sentir la pena o el dolor que conquista cada día de su vida, ya sin resitencia. Es posible crecer sin vida.