Y ya es octubre 

con su peso planetario



Y ese olor a castañas 

a canela y horno 

a hojas ardiendo 

bailando por última vez 

nublando el suelo 

enterrando la espera

y esa pena perenne 

que oculta el cielo 

y mi vida 

y ya no es más otoño

ni hay calidez

y ya no huele a hogar.


Con octubre ya no sé

me inmoviliza 

y vacía me contempla

esta oscuridad 

me comprime las entrañas 

muerta de miedo me agarro 

a donde sea 

y me arrastro 

a lo que sea

y enmudezco y sin querer 

revivo la noche en la que todo

se detuvo.



Octubre y ya son quince

meses que me ahogan 

y una sola la tristeza

la culpa

de no poder volver

de buscarte en algún mundo

de no ser 

de no saber qué te ilusiona

y ansiar 

pero no poder

llegar.