Lo cierto es que, mientras escribo esto, tú quieres a otra.
Y la quieres, mientras enciendo el aparato de música y me inquieto.
Mientras espero que haya un lugar para nosotros,
mientras espero que me veas, algún día.
Tú has elegido ya, y yo acabo. Y ahora me toca dibujarte.
Que las palabras ya no...
Gracias por haber elegido tu papel para esta obra.
Por haberle dado vida en estos días de invierno, en estas noches cerradas.
Por haber formado parte de esta historia.
Hazme reír, hazme llorar. Seguiré sin saber cuándo abandonar.
Como una mala broma.
A veces, ni el mayor de tus esfuerzos consigue ser algo gratificante.
Personas que te plantean la duda: Tanto, ¿para qué?