She don't wanna talk about it

Me oyeron las paredes de este cuarto lanzar un par de preguntas al aire, con dos lágrimas de acompañante... calladitas para no molestar.
Y la noche se hizo larga entre tu imagen y mil vueltas... y no sé a qué hora el cansancio ganó la batalla pero de mi vida de antes no puedo recordar nada. No sé si el mundo se hace grande al salir a la calle o si me siento más pequeña que el resto... Ni siquiera sé si el sol perdonará mis pocas fuerzas para encarar la verdad.
Para bien o para mal siempre acabo volviendo al mismo punto de partida, cuatro paredes donde puedo ser yo... donde echan a volar cuatro penas y alegrías como si siempre hubieran sido amigas... y quizá a altas horas de la madrugada reine la inquietante calma... No sé qué va a pasar mañana... no sé siquiera si voy a llegar... que las noches son muy traicioneras con los corazones inseguros... Pero sé que al despertar, el mismo panorama: una pared blanca y tu nombre mal pintado sobre los rayos de sol que se cuelan por las rendijas de la persiana, quien me da los buenos días en su idioma y me mira fijamente mientras yo me quedo durmiendo un rato más...quizá para olvidar...