Everybody's changing

Un paso (un millón) por detrás del mundo, con el mío propio a cuestas. ¿Por qué me dejan aquí, si saben que yo no puedo correr tanto? No siento pena, únicamente confusión por permanecer en este punto, querer avanzar (tal vez) pero más despacio. Y no puedo evitar sentirme rara o excluída, no sabría decir la palabra exacta. Obligada a seguir adelante por la simple razón de que todos lo hacen, y soy la primera que no quiere quedarse quieta. Sólo siento que necesito algo más de tiempo, más que el resto, para decidirme y avanzar... estar preparada para ello.

He aprendido que tengo que aceptar las cosas como son, saber lo que me hace sentir bien o mal, ser la mejor amiga de mí misma, actuar en congruencia con lo que soy y no tener prisa por vivir. Soy de las muchas personas que no están contentas con su presente pero que confían ciegamente en que algún día todo eso irá cambiando, porque a todos nos llega nuestro momento, tarde o temprano.

Y continúo respirando, miro al frente, paro el tiempo y busco algo (lo que sea) que haga de motor... y arranco. A mi propio ritmo, marcando pequeños pero incesantes pasos hasta que deja de importarme que el mundo me vaya ganando.