Absurdo

Los corazones débiles no aguantan el ritmo. Se mueren bajo las apariencias. Se pierde todo lo que nació en su núcleo. Se desintegra en un segundo... lo que se tarda en parpadear y ver que ya te has ido. Lo que se tarda en ese último suspiro.

No estás, no respiro... y no sé cómo tomármelo. Quizá me eche a reir.

Un día más todo se nubla, ya no hay ganas de vivir
no hay nada por lo que seguir, no hay nada que haga sonreir
y es que al final uno acaba hasta conviviendo con sus penas...