Cambié las letras de lugar aunque jamás sonó creíble el resultado. Pero yo me lo creí porque siempre lo hago. Empecé a tragarme las palabras cuando dejé de escribirlas en tu piel. Pero yo seguí pintando con mis manos ciegas. Y di con un lienzo de piedra.
2 comentarios:
Y no se pintó nada, pero no se dio cuenta.
Un miau en gama de grises
wow!durísimo y me encantó.
un beso
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