Pensar como si el tiempo se hubiera congelado y sólo corriera acelerado en la ventanilla, mientras los ojos buscan inconscientemente algún lugar que merezca la pena donde matar una mirada.
Viajar te hace pensar en lo que dejas, y a dónde te diriges. A qué le das la espalda: a lo que tienes o a lo que quieres... y qué añorarás más. O a quién echarás más de menos: a los que te despiden o a los que te reciben. Y darte cuenta de la importancia que eso tiene. Que haya alguien.
2 comentarios:
Creo que la magia de los viajes está en ese balanceo de distancias.
Dejas a personas que te despiden, habrá otras que estén esperando al otro lado de las vias con los brazos abiertos.(inconscientemente escribo vias,pero es que cuando hablo de viaje siempre me sabe a tren y me huele a estación). En esas horas que dura el viaje, en la soledad, se puede hasta dejar de ser, pensar lo más loco o lo más cuerdo, lo extravagante y algo de lo más cotidiano...Parece que cuando bajas y pisas otra tierra,todo aquello que pensabas durante el viaje se quedo encerrado en el tren.
También es cierto que se necesita distancia para mirar las cosas.Cuando estamos sumergidos de cabeza en ellas somos incapaces de mirar,levantamos un poquito la mirada y parece que nos ahogamos...Todo parece más pequeño,más tangible,menos confuso.
Espero que hayas disfrutado de tu viaje,yo encantada de volver a leerte :)
Viajes de ida y vuelta. Lugares que aparecen y desaparecen en un abrir y cerrar de ojos. Y siempre esa sensación de que aquí, o al otro lado, habrá gente esperándote. Eso es algo que no tiene precio.
Y aquí, a este lado del no-mar, siempre habrá una personita con una sonrisa enorme en la cara para recibirte.
pd: la canción que tienes ahora mismo en la entrada, me gusta. cual es y de quien? culturizame, musicamente hablando :).
imissyou!
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