...

Viviendo la torpe creación
de un hebrio sin talento,
salto doble espacios,
tropiezo con acentos.
Con los días escritos,
paso las páginas recicladas,
plagadas de palabras
que no digo.
No hay giros de guión,
me siento punto y final
de un capítulo perdido.
Comprender que no se acaba bien
si es otro quién escribe con mis dedos;
si sólo vivo las penas
terminando con mi nombre en portada
y una lágrima impregnada
de tinta negra.

2 comentarios:

[Q] dijo...

Tú te sientes punto y final de un capítulo perdido.

Yo te siento como una de las protagonistas que hacen que mi historia cobre sentido.

Me encanta la serie de textos que estás subiendo últimamente, me encanta cómo escribes, y me encantas tú como persona porque tienes un corazoncito que no cabe dentro de ti.

Sonríe peke! y nunca dejes de hacerlo.

:****

Yshka dijo...

Yo siempre he dicho que nuestros finales los escribimos nosotros.
No manos sin dueños, ni sentimientos nómadas que pasan de uno a otro.
Soy de las que piensan que todas las historias, hasta las más tristes, tienen ese encanto que las hace únicas.
Y estoy segura, que en cierto modo, sea triste, o feliz, esta historia, TU historia, es especial por ser TU quien la protagoniza.