No sé cuál será este país, pero hace frío. No sé cómo se llama, pero hace ya semanas que vivo en su regazo, que me canta a todas horas, para dormir, porque de noche no lo hago. Desde aquí puedo verlo todo, pero ese todo está conmigo desconectado. Creo que el mundo alrededor intenta hacerme perder la cabeza, pero presto tan poca atención que noto cómo la tierra se desespera, a veces quiebra y gruñe, se lamenta de que toda yo esté hecha aquí de indiferencia, de pies a cabeza, todo son piezas blancas que todo lo reflejan, pero no absorben nada.

No hay comentarios: