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"Todo el amor que diste te será devuelto" o algo parecido dicen por ahí. Yo no entiendo demasiado de amor ni de deudas, pero no estoy de acuerdo para nada con este planteamiento. No creo que a nadie nos pongan la daga en el cuello a la hora de dar algo, sobre todo a la hora de dar amor. De eso se trata, se supone. Ha de ser desinteresado porque sino no es amor, me parece. No es una opción, es un hecho. O quieres o no quieres, pero nunca a medias. Y nadie te debe nada por ello, nada te asegura que lo vayas a recibir en la misma proporción. Mucho menos de la persona que pretendes que lo haga. Porque, simplemente, no funciona así. Y sí, ha de ser simple. De esas cosas que se saben, que huelen, que te impregnan el ser y el no ser y todo lo demás.

1 comentario:

P. dijo...

Así es , ya lo decía el bueno de Jack Lemmon en El Apartamento: "cuestión de gustos, se quiere, o no se quiere" De todas formas, también se suele oír aquello de "mejor es dar que recibir", ala, ahora a cumplirlo estoicamente mientras te vas consumiendo. Qué poco práctico es el amor.